ANÁLISIS: LA OTRA CARA DE LAS LELIQ: RECESIÓN Y DEVALUACIÓN
Por Salvador Di Stefano
El Gobierno se endeudó en pesos, pero la tasa de interés era muy alta, y como no pago intereses espiralizó el stock de deuda. Hoy es casi impagable, no tengas pesos.
Crecimiento del stock de Leliq
En los últimos 3 años, el stock de Leliq y pases aumentó en $8.611.545 millones. Este aumento fue muy importante porque las leliq y los pases pagan una tasa de interés alta en pesos, y como el Banco Central nunca paga los intereses y los capitaliza, el interés compuesto eleva el endeudamiento más que proporcionalmente. El efecto no deseado de la emisión monetaria, y posterior absorción vía leliq, es que el Estado les quita dinero a los bancos que en el pasado financiaban al sector privado.
¿Cómo se arregla?
Para que Argentina pueda salir de esta crisis, es necesario lograr un superávit fiscal primario que logre pagar todos los meses los intereses de las letras y bonos de la tesorería, más los pasivos remunerados (leliq y pases) del Banco Central.
Conclusiones
La deuda en pesos de la tesorería y los pasivos remunerados del Banco Central no son sustentables en el tiempo, es difícil poder honrar semejante deuda, máxime cuando en el año 2023 el país podría mostrar un escenario recesivo, con una caída del PBI del 2,0%, y nada hace presumir que en el año 2024 el país crezca más del 1,0%.
El próximo gobierno tendrá que asumir sin reservas, y no hay en el mundo países haciendo cola para prestarle dinero a Argentina. Con lo cual, no tendremos financiamiento externo, y la única forma de asegurar una masa crítica de dólares en el Banco Central es definiendo un plan de neto corte exportador, y generar en forma genuina una masa crítica de dólares en las reservas.
Luce muy difícil realizar un plan exportador exitoso con un tipo de cambio oficial tan atrasado, e impuestos a las exportaciones que desalientan la inversión en Argentina. Por ende, todo hace presumir que la economía argentina tendrá en el año 2024, un tipo de cambio oficial mucho más alto que el actual, que ayudará a licuar la deuda en pesos del gobierno y de esta forma descomprimir el pago de intereses de la deuda.
Una devaluación será una estafa a los ahorristas en pesos, pero habrá culpas compartidas, porque el actual gobierno deja una deuda impagable, tipo de cambio atrasado y reservas inexistentes, mientras que el gobierno que llega se encuentra con la política del hecho consumado, y un combo financiero difícil de resolver. Alguien tendrá que pagar el costo de las malas administraciones pasadas, y la herencia recibida. El hilo se corta por lo más delgado, trata de no tener pesos.
En este escenario, todos los caminos conducen a los activos reales (propiedades) o financieros (acciones), que no son sujetos de ser reestructurados en forma compulsiva, como podría suceder con los bonos en pesos o las letras en manos de los bancos.
Las reservas del Banco Central volvieron a ubicarse en torno de los u$s40.000 millones, suben y bajan volviendo siempre al mismo lugar, no hay ingreso genuino de divisas. La cantidad de pesos no para de crecer, la inflación no se detiene y difícilmente baje si un burócrata aliente los precios justos, en este contexto el Banco Central ancla el tipo de cambio oficial, pero la fuerza de mercado es tan grande que la brecha comienza a crecer, y el dólar blue vuelve a ser refugio.
En el año 2022 la cosecha de soja fue 43,3 millones de toneladas, para el año 2023 se esperan menos de 35 millones de toneladas, la cosecha de maíz fue para el año 2022 de 51,1 millones de toneladas, para el año 2023 se esperan menos de 42 millones de toneladas. Esto implica menos dólares que van a ingresar, esto no lo modifica ni un dólar soja o maíz, no aplica el "Ah pero Macri", ni la queja de que el mundo sufrió una pandemia o la invasión de Rusia a Ucrania. En este contexto, ponete el casco, bienes o dólares billetes, esa es la cuestión.