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EL IMPACTO DE LA SEQUÍA SOBRE EL DOLAR

21.01.2023

Pór MIGUEL PONCE - Ingeniero y Consultor en Economía - Director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI


Lo primero que tenemos que mencionar es la gravedad de la sequía y su impacto. Tal vez por una deformación profesional, los ingenieros nos aferramos a los números y, en este tema que algunos tocan de oído o muy superficialmente para restarle entidad, hay que decir que es la peor sequía en 60 años. 

Tendremos 40 millones de toneladas menos (entre soja, trigo, maíz, cebada, etc,) lo que implica US$16.000 millones menos de exportaciones, que impactan desde ya y durante el 1º semestre.

Deben agregarse US$10.000 millones que los productores no van a vender en el 2° semestre, por las expectativas electorales y para esperar el próximo Gobierno, que imaginan más favorable a la producción...

Y, para completar el panorama tenemos que, todos los pronósticos internacionales para el año se vienen están corrigiendo a la baja los niveles de actividad económica... De aquél ya preocupante 1,9% o 1,7% como crecimiento en nuestra región, que planteó el FMI a comienzos de diciembre 2022, pasamos a los de fin de año, principalmente de la CEPAL y del BID, corroborados también por el FMI, que corrigieron al 1,3% -con Europa bajando del 0,5 al 0% el crecimiento.

Y esta semana se agregaron 2 hechos: los números de China, los peores en casi 50 años!, y las encuestas registradas en el Foro de Davos, el Word Economic Forum, con índices de pesimismo inéditos. Estamos en un año con recesión global. Y en este marco internacional debe desenvolverse la economía argentina en este año electoral.

Por eso reclamo sensatez y responsabilidad a la dirigencia argentina, del color que sea, porque también acá, con éste escenario internacional tan preocupante, vamos a tener que lidiar con los problemas que son de nuestra propia cosecha, que no se los podemos achacar a nadie más que a nosotros mismos, y que deberían provocar un esfuerzo superlativo para superar una grieta que nos detiene, nos hace retroceder, y nos hunde en la incertidumbre, con dificultades crecientes que todos conocemos. Sé que este reclamo puede resultar ingenuo o naif, teniendo en cuenta el año electoral y la mediocridad preocupante de nuestra dirigencia. Pero debemos hacerlo.

Hay que apelar no ya a la necesidad de estadistas que a través de acuerdos mayoritarios, monten una Moncloa Verde, o un acuerdo político, económico y social que nos hartamos de reclamar. Sé que suena casi ilusorio, pero por lo menos invoquemos a que nuestra dirigencia se pueda aferrar a la política de reducción de daños. Y que por esa grieta mezquina y berreta, no le agreguen más problemas, no le agraven más la situación a los sectores cada vez más empobrecidos.

¿Es necesario seguir ahondando las diferencias entre la agenda de la gente y la agenda de la política? ¿Es comprensible que cuando todo el mundo no sabe cómo manejarse con los precios, que siguen subiendo, y los ingresos que no acompañan esas subas, es necesario que en lugar de ocuparse de la inflación, la inseguridad y la pobreza, estemos dedicando esfuerzos a profundizar el conflicto institucional que paraliza al Congreso y espanta cualquier inversor sensato que estuviera pensando en mirar hacia estos lares?.

"¿Es necesario seguir ahondando las diferencias entre la agenda de la gente y la agenda de la política? "

Cómo queda claro en la opinión de los empresarios argentinos que participan en Davos, pero también en cualquier encuesta reciente del foro que sea... ¿Es necesario que los apellidos Moyano y Borda aparezcan asociados a la locura del control de precios también locos...? ¿Es inevitable que, en lugar de esforzarnos en encontrar políticas de estado que, construyendo mayorías parlamentarias nos coloquen en un sendero virtuoso de producción, desarrollo y progreso con equidad, nuestra dirigencia divorciada de realismo popular esté dedicada al deporte morboso de la pelea por las listas electorales que sólo tienen como objetivo egoísta, permanecer gozando de privilegios y negocios que no gozan los comunes mortales ...?.

Lo que digo no es una catarsis, es, casi, una invocación al patriotismo.